La calvicie es una de las grandes pesadillas de todo hombre. A ninguno le gusta perder el cabello; sienten que pierden atractivo y aparentan más años. La mayoría de varones lo acepta, sobre todo de manera pública, pero sin sentirse a gusto con su nueva apariencia. Es la pesadilla de los hombres: sienten que pierden atractivo y aparentan más años La forma más común de calvicie masculina es la alopecia androgénica, asociada a la hormona masculina testosterona.
Como explica Eroski/Consumer, es un proceso progresivo de pérdida de cabello que afecta a un porcentaje de varones que aumenta con la edad; de esta manera, el 30% de los hombres de 30 años la sufren, el 40% de los de 40 años y, así, de manera sucesiva. Este tipo tiene un fuerte componente genético y, a menudo, se transmite de padres a hijos. Otro tipo de alopecia es la areata, en la que aparecen zonas con menor densidad de pelo, causadas a menudo por estrés prolongado. Parece que en estos casos el sistema inmune también está en juego y suele mejorar cuando cesa el estrés. La depresión y el enojo del hombre calvo Muchos estudios han confirmado que la calvicie tiene un impacto psicológico sobre el hombre. Uno de los más recientes es el realizado por la Universidad de Westminster (Reino Unido), en el que 214 participantes respondieron a preguntas sobre aceptación, sentimientos, relaciones personales y tratamientos, entre otras. La impotencia que sufren por el escaso control del problema refuerzan el enojo Los resultados muestran que la alopecia tiene consecuencias importantes y un impacto emocional considerable. Abundan las respuestas en las que se describe pérdida de autoestima y de confianza y también se registraron sentimientos de enojo, preocupación y estrés que podrían desencadenar cuadros de ansiedad y depresión. Estos sentimientos se ven reforzados por la impotencia que sufren los varones por el escaso control que tienen sobre el problema.
Los autores alertan sobre estos impactos psicológicos negativos y recomiendan que los profesionales de la salud tengan en cuenta las repercusiones emocionales de la calvicie para intentar modificar las percepciones de los individuos y ayudar a modular respuestas, como el enfado y la preocupación. La parte positiva de ser calvo Sin embargo, la calvicie tiene su atractivo. Una investigación de la Universidad de Pensilvania (EE UU) muestra que los hombres completamente calvos son percibidos más fuertes y dominantes. Su autor, Albert Mannes, advirtió respuestas que llamaron su atención cuando decidió afeitarse la cabeza al ver que comenzaba a perder cabello. La idea era conocer cómo percibe la gente a los hombres calvos (a los que se rasuran la cabeza y a quienes tienen entradas de calvicie).
El calvo total se asocia a imágenes de soldados y héroes de acción en el cine. Para la investigación se sirvió de un grupo de voluntarios al que mostró fotografías de varios hombres; en una de las imágenes el sujeto tenía pelo y, en otras, gracias a la manipulación fotográfica, aparecía el mismo individuo sin pelo en la cabeza. En esta ocasión, la calvicie total hacía que se percibiera al individuo como más fuerte, atlético e, incluso, más alto. También se efectuó la prueba sin imagen; solo con la descripción. En este caso, a pesar de que los individuos con pelo resultaban más atractivos, los individuos rapados fueron considerados como más autoritarios y dominantes. En ambos casos había otro punto de coincidencia: se prefería una cabeza rapada a una calvicie incipiente. El autor justifica que los calvos son percibidos como poderosos, ya que se asocia a imágenes de soldados, atletas profesionales y héroes de acción en el cine. De este modo, para los hombres a los que su alopecia les cree problemas de autoestima, un rapado podría mejorar la percepción social de su calvicie.