La crisis ha producido dos efectos en el mundo de la depresión.
Por una parte, se han reestructurado muchas familias por culpa de la crisis, es decir, ahora muchos abuelos vuelven a tener un papel importante en las familias: colaboran en su educación, aportan con sus pensiones el sostenimiento de sus familias, algunos hasta acogen a sus hijos de nuevo en su núcleo familiar y….entre otras cosas, se sienten útiles. Esto ha hecho que muchas personas que antes estaban deprimidas (depresión exógena) ahora tengan algo por lo que luchar y sentirse de nuevo integrados en la familia “han dejado de ser un estorbo”.
Por otro lado las cifras vuelven a machacar insistentemente. Aunque no se conocen los datos de los suicidios de 2013, en el 2012 (datos recientemente publicados) ha vuelto a aumentar el número de muertos: 3.539 en 2012 frente a los 3185 de 2011 (354 más). “Indudablemente nuestro Sistema de Salud ha fallado estrepitosamente con un aumento tan espectacular de los fallecidos”. Y todo esto a pesar de que se han recetado 85 millones de cajas de ansiolíticos en nuestro país en el último año.
Y esto contrasta curiosamente con las cifras de los accidentes de tráfico, que bajaron en este mismo período un 9 % mientras subían los suicidios en un 11%. (Fuente I.N.E.).
Y la tendencia continúa, por lo menos en cuanto a tráfico, ya que se ha logrado que las víctimas de accidentes bajen hasta cifras de 1960. Indudablemente debemos felicitarnos, de 6000 muertos se han pasado a algo más de mil.
Todo esto demuestra que se están consiguiendo enormes logros en lo que nos proponemos. Además de las buenas noticias en tráfico podemos apuntar que la mortalidad en el VIH ha bajado al 15%, es decir, que ahora mueren solo quince de cada cien (que son las que morían antes). Se ha bajado un 85% el número de víctimas.
Ahora bien, ¿qué está haciendo los Gobiernos Central y Autonómico en estos momentos por la depresión? ¿cuáles son los planes en marcha para combatir la enfermedad? ¿por qué siguen aumentando el número de afectados?.
Según la O.M.S. la Depresión es la tercera causa de discapacidad en el mundo y en el 2020 será la primera causa. ¿Hasta cuándo vamos a esperar entonces? ¿Cuántos muertos hacen falta para que se haga algo por estas víctimas?.
Tal vez la mayor lacra y el mayor problema con el que se encuentra en estos momentos la enfermedad es que las familias y los afectados no están concienciados.
La gente sigue afectándose de la enfermedad pero no hay una verdadera intención de acudir al asesor que les pueda ayudar a salir de ella.
Por otro lado, en la sociedad en general no hay un reconocimiento social de la enfermedad. En las familias todo lo que tenga que ver con la salud mental se oculta. Los familiares de los que se han suicidado ocultan a todo el que puede lo ocurrido. Todo el mundo mira hacia otro lado y las secuelas sociales siguen aumentando.
Pero algo tenemos que hacer. No podemos continuar así. Y en esto todos somos responsables, todos tenemos algo que hacer. El día que tratemos la depresión como una enfermedad más, el día que le demos la misma importancia que a cualquier otra dolencia, el día que seamos conscientes que todos podemos hacer algo para evitar tantas muertes…..ese día seguramente hablaremos de los logros conseguidos igual que en el sida, el cáncer o el tráfico. Y este punto los medios de comunicación tienen mucho que hacer también. Los periodistas no pueden quedarse quietos mientras les llegan cifras tan desorbitadas. Los medios de comunicación y sus informadores tienen la obligación de aportar con honestidad la ayuda moral que se espera de ellos. Al igual que se ha hecho con el 016, con las campañas de concienciación en la lucha de la violencia de género podemos hacer con la depresión. El que se suicida no es por gusto, es porque no ha tenido la ayuda necesaria y de esos 354 muertos más también tienen su responsabilidad los medios de comunicación.
Ese día sin duda será muy feliz para muchas familias que no se verán rotas como las 3.539 de 2012.
José Ramón Pagés
Coordinador General