Malas noticias para la ciudadanía: suben las cifras. Hay que actuar

De nuevo, las estadísticas vuelven a dar el mazazo.

Vuelve a subir el número de personas que deciden quitarse la vida, en el último ejercicio contabilizado, 2017.

 

 

Estas son las frías cifras. Detrás de esas cifras, había personas desesperadas que no tuvieron el apoyo de la sociedad ni la información necesaria para saber que se puede luchar contra la enfermedad; que, aunque les pareciese imposible, hay tratamientos, terapia y mil maneras de ganarle la batalla a la depresión.

También vuelve a subir el número de chavalas y chavales que tomaron esa mala decisión. A las autoridades, a las madres y los padres de quienes aún están vivos/as, a sus familias, a la sociedad, hay que hacer un llamamiento. No se trata de poner dinero ni de hacer obras titánicas. Sólo pedimos que normalicemos la enfermedad, que hablemos que ella y que exijamos a nuestras administraciones que se hagan campañas tan efectivas como las de prevención de accidentes de tráfico, cuya cifra de víctimas ha bajado de 6.000 a 1.800 en los años que llevan realizando estas campañas.

No es hora ni de pensar ni de ponerse de perfil. Es hora de que, quienes sufren depresión, sepan que hay soluciones. Y eso es labor de todos/as. Ayúdanos. Ayúdales.

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